Fotos por Paul Finkel | Piston Design

Desde Texas, Miguel Rivera, FAIA – Principal, arquitecto puertorriqueño y socio de Miró Rivera Architects, nos recuerda cómo el diseño puede trascender fronteras. En Modo de Vida celebramos a estos creadores que, desde la diáspora, continúan elevando el nombre de Puerto Rico en el panorama internacional del diseño y la arquitectura.
La Residencia Rocky River, de Miró Rivera Architects, redefine la relación entre arquitectura, paisaje y horizonte urbano. Concebida como una “casa al revés”, sus áreas principales —sala, comedor y cocina— se ubican en el nivel superior, donde las vistas hacia el centro de Austin se despliegan sobre las copas de los robles nativos. Desde la calle parece una vivienda de una sola planta, una ilusión lograda al elevar suavemente el terreno mediante un talud que se integra con el entorno natural.

El revestimiento exterior combina paneles de fibrocemento en sistema rainscreen con una base de piedra caliza tosca, mientras que las celosías verticales de aluminio filtran la luz y otorgan privacidad a los espacios más íntimos. En el corazón de la casa, una sala abierta se conecta visualmente con el jardín delantero y la terraza de la piscina posterior, generando una continuidad espacial bañada en luz natural. La cocina, enmarcada por ventanales panorámicos, y el comedor hundido que se abre al exterior crean un flujo que celebra la transparencia y la vida interior-exterior.

Un pasillo íntimo conduce al dormitorio principal, un refugio privado con vistas hacia el bosque y la ciudad. La escalera en forma de “U”, iluminada por una ventana de más de cuatro metros de altura, se convierte en una pieza escultórica que guía hacia el nivel inferior, donde un pasaje separa la residencia principal de la suite de huéspedes.
La secuencia culmina en la terraza y la piscina infinita, donde el cielo y los árboles se reflejan sobre la piedra caliza y el agua.
Miró Rivera Architects’ Rocky River Residence, from Texas-based Miguel Rivera, FAIA, redefines how architecture meets landscape and urban horizon. Conceived as a “reverse house,” its main living areas—living, dining, and kitchen—occupy the upper level, offering expansive views of downtown Austin above native oaks. From the street it reads as a single-story home, thanks to a terraced grade that blends with nature.