Por Arq. / Di. Edwina González / e.go



¿Sabías que en la Neuroarquitectura los muebles son algo más que objetos funcionales?  En febrero, reflexionaremos sobre cómo estos se convierten en mediadores entre el entorno y la experiencia humana. Cada pieza tiene el potencial de influir en el estado emocional y físico de quienes habitan el espacio.

La elección de muebles ergonómicos es fundamental para la salud física y emocional.

Estos no solo se adaptan al cuerpo, sino que también promueven la comodidad y la relajación. Las texturas y los materiales evocan sensaciones táctiles que influyen en el confort y la conexión emocional con el entorno.

El mobiliario versátil y con funciones modulares permite adaptar los espacios a las necesidades cambiantes del usuario. Esto promueve una sensación de control sobre su entorno y ayuda a controlar los estados de ansiedad. Este febrero ¿Has pensado recombinar y mover los muebles de lugar?

Tanto la paleta de colores como la estética de los muebles desempeñan un papel importante en la creación de un ambiente que evoque tranquilidad. Colores cálidos y tonos neutrales pueden inducir sensaciones de calma y bienestar, mientras que colores vibrantes, pueden estimular la creatividad y la energía.

En resumen, en la Neuroarquitectura, los muebles son elementos activos en la configuración de espacios que promueven un estado placentero tanto físico como emocional. Cada elección de diseño y material busca optimizar la experiencia humana, creando entornos que no solo se vean bien, sino que además en ellos te sientas mejor.

En el diseño de muebles se debe considerar:

• La fluidez en los espacios.

• La disposición inteligente que facilite la circulación y la fluidez de los espacios.

• Promover una sensación de amplitud y armonía, escogiendo el tamaño y la proporción adecuados.