Fotos por Charles Darr

Moléculas es una instalación interactiva de cinco moléculas de agua, ubicadas en el Canal de Arizona, en Scottsdale, diseñada por The Urban Conga. La obra refleja cómo nuestras comunidades, al igual que el agua en el canal, se crean a través de conexiones interpersonales y reacciones conflictivas entre elementos vecinos. Esta experiencia abierta aborda la crisis climática y el impacto personal en el medio ambiente, invitando a los usuarios a reflexionar sobre cómo sus acciones individuales pueden desencadenar reacciones más grandes y cómo el trabajar juntos genera un cambio colectivo.

Al hablar, cantar o gritar en puntos específicos, los usuarios alteran la iluminación de la obra, creando un reflejo del impacto de su voz en el entorno.

Cada molécula, formada por átomos de hidrógeno y oxígeno, responde a las interacciones de los usuarios y el entorno circundante. Durante el día, la instalación cambia de color dependiendo de la luz natural y el movimiento de la gente y el paisaje. Por la noche, se ilumina desde adentro con luces LED que reaccionan a las voces de los visitantes.

La instalación invita a la reflexión sobre el valor y el uso del agua, estimulando conversaciones sobre quién posee este recurso y cómo se utiliza. A través del juego y la interacción, Moléculas derriba barreras sociales y fomenta la conexión entre las personas, convirtiendo el borde del canal en un espacio dinámico donde los visitantes pueden compartir historias, cantar, bailar y jugar juntos.

Este proyecto busca ser un catalizador para la reflexión y el diálogo sobre el agua y el medioambiente, alentando a los usuarios a tomar conciencia de sus propios impactos y de cómo, al unirse, pueden generar un cambio significativo.

Diseñador/Creador: The Urban Conga 

Líderes de la firma: Ryan Swanson y Maeghann Coleman


“Moléculas,” an interactive installation by The Urban Conga in Scottsdale’s Arizona Canal, features five water molecules symbolizing community interconnectedness. Addressing the climate crisis, it highlights how individual actions spark collective change. The molecules respond dynamically to light, movement, and visitors’ voices, shifting colors by day and glowing with LED lights at night. By speaking or singing, users influence the lighting, visualizing their environmental impact. The installation fosters reflection on water’s value, encouraging connection, dialogue, and action in tackling environmental challenges.