Por Arq. / di. Edwina González - e.go

Fotos - Tienda Glossier en Los Angeles

¿En ocasiones, hay comercios dónde sientes que la experiencia es más que comprar? En la intersección de la Neurociencia y la Arquitectura, emerge un enfoque revolucionario para diseñar espacios comerciales: la Neuroarquitectura. Esta trabaja con un profundo entendimiento de cómo los entornos físicos impactan en nuestra mente y emociones, ofreciendo una nueva perspectiva para crear experiencias de compra significativos y memorables.


Septiembre nos invita a reflexionar que los espacios comerciales no son simplemente lugares de transacción, son escenarios donde se forjan además conexiones emocionales; es ahí donde la socialización agrega placer y diversión a la experiencia. La disposición estratégica de productos, la selección cuidadosa de colores y la manipulación de la iluminación, tienen el poder de influir en nuestro estado emocional y comportamiento a la hora de ir de compras.


La ergonomía también es esencial, los espacios deben ser prácticos, permitiendo a los clientes moverse con facilidad y descubrir productos de manera natural. La selección de mobiliario y la disposición de los elementos, debe priorizar la comodidad y el bienestar del visitante, fomentando la segregación de hormonas como la serotonina y oxitocina y así crear una experiencia positiva y libre de estrés.

Estudios han demostrado que la presencia de la naturaleza en los espacios comerciales mejora el estado de ánimo y activan la sensación de satisfacción en los clientes.

La incorporación de estos elementos, como plantas y materiales nobles (como lo son la piedra y la madera), crea un ambiente más humano y acogedor, esto permite enfocar al usuario en los productos y servicios.


Gestionar el sonido es crucial, la acústica adecuada en espacios comerciales reduce el estrés y promueve una experiencia de compras más agradable. La música y el ruido del ambiente pueden influir en la percepción de los productos y en el tiempo que los clientes pasan en el establecimiento. Si la memoria que evoca un lugar es placentera, nos invita a repetir la experiencia.


En los entornos comerciales cada decisión de diseño está meticulosamente enfocada en crear  entornos que no solo venden productos, sino que también ofrecen experiencias memorables y enriquecedoras. La Neuroarquitectura aplicada a espacios comerciales redefine la forma en que concebimos y experimentamos los comercios.