En esta época festiva, Lido Jewelers rinde homenaje a un grupo de mujeres cuya elegancia y determinación iluminan todo lo que las rodea. Son líderes, profesionales y creadoras que han hecho del estilo una extensión natural de su esencia. Para ellas, la joyería no es solo un accesorio, sino una forma de expresión: un lenguaje que habla de su trayectoria, de sus logros y de los momentos que atesoran con orgullo.
Cada pieza que eligen representa una conexión emocional —una historia que combina belleza, propósito y autenticidad— y refleja el equilibrio entre la sofisticación y la fuerza interior que las distingue. Este editorial celebra a las mujeres que brillan a su manera: aquellas que entienden que el verdadero lujo es vivir con propósito, abrazar su historia y dejar que su luz inspire a los demás.
Fotos por Nolan Rivera
Localización: Don Rafa Boutique Hotel

Celeste Quiñones
En mi vida, el lujo como concepto va de la mano con aquello que me da alegría, me hace sentir y proyectarme bien. No hay lujos que igualen la salud, el tiempo, la gente buena que me ama, acepta y rodea, y la libertad de ser y de elegir. Cuando elijo una pieza de joyería, usualmente es porque me enamoro de ella desde el primer momento que la veo o porque la buscaba con un propósito específico. Me inclino por piezas atemporales que pueda compartir con mi hija y con las futuras mujeres de la familia. Amo las piezas que se convierten en una conversación.
La realidad es que, desde que tengo uso de razón, me encanta la joyería.
En mi día a día, las prendas que llevo son básicas y discretas. Para todo lo demás, la joyería es para resaltar; tan importante como lo que se vista lo es la joyería que lo acompañe.
Mi historia, hasta hoy, a mis 45 años, la pueden contar cuatro piezas. La primera, de bebé, regalo de mis padres: mis primeras pantallas de diamantes, hermosas, que aún conservo y que mi hija, al nacer, también usó. Con los años, heredé de mi mamá unas pantallas de perlas que mi tío le había regalado; por muchos años, mis favoritas. Hace veintidós años, mi sortija de matrimonio marcó un antes y un después. A partir de ella se comenzó a escribir una nueva historia: la historia de una nueva familia, mi familia junto a mi esposo. Esa sortija es sinónimo de un amor de juventud comprometido, que ha crecido y se ha multiplicado. Ya convertida en madre, la vida puso frente a mí una sortija cuyo diseño de diamantes resultaba ser las iniciales de mis hijos entrelazadas. Cuatro décadas de vida hasta hoy plasmadas en cuatro hermosas piezas llenas de valor, sentimiento e historia. Vivo en gratitud con Dios y con la vida por mi mayor lujo: mi familia.

Dra. Rosa Frasqueri Ríos
Para mí, el lujo es sentirme bien y estar feliz con quién soy. Lo que escojo usar complementa esto.
No busco piezas para ocasiones especiales. Elijo piezas que pueda llevar a diario y que sean parte de mi estilo.
No tengo una pieza que tenga un significado especial para mí; cada una refleja algo de mí.

Lirio Rivera
Para mí, el verdadero lujo no se mide en quilates, sino en historias. El lujo es algo que conecta generaciones, que tiene valor emocional y que trasciende el tiempo.
Heredé una gargantilla y unas pantallas de oro de mi mamá, y cada vez que me las pongo siento que llevo con ellas una parte de su fuerza, su elegancia y su historia. No son simplemente joyas: son recuerdos vivos, testigos de momentos compartidos y de otros que ella vivió antes de mí.
Elegir una joya de lujo es algo íntimo.
La pieza me “habla”, me inspira, me llama la atención por ser única. Las joyas son obras de arte que adornan y complementan mi estilo.

Madeline Martínez
Para mí, es un lujo ser yo misma: manejar mi tiempo, mi vida y, sobre todo, vivir al lado de mis seres amados y disfrutar todos de salud. También significa la libertad de expresar tu gusto, tu esencia y tu personalidad. Escojo mis joyas para que reflejen mi forma de pensar y de sentir; diseños que se alinean a mis gustos personales, como la elegancia, la calidad y la estructura.
La historia de cada pieza que compro y el empeño del diseñador que la creó deben estar alineados a mi estilo de personalidad.
La decisión de qué pieza de joyería uso a diario o en eventos especiales depende de cómo me siento ese día y de lo que quiero expresar. Me lo pongo todo, en el momento que quiera y a donde vaya. Si me siento clásica, divertida o elegante, o si quiero recordar el país o la experiencia de cuando compré esa pieza de joyería. Siempre tomando en cuenta el código de vestimenta o el total look del evento.
La pieza de joyería que cuenta mi historia es el reloj. Colecciono joyería y relojes, y el reloj es la pieza que ha evolucionado conmigo. Se refleja en mi éxito y en ese momento histórico que esté viviendo. Cada vez que he escalado o que escalo un nuevo peldaño de éxito en mi vida profesional, personal o empresarial, lo celebro con una pieza de joyería o un reloj. Siempre me enfoco en comprar relojes únicos que, dentro de su modelo, sean piezas de colección o de edición limitada; eso me hace sentir especial y única.

Tere de León
Usualmente, las piezas que uso en eventos especiales tienen un significado para mí, pues las escojo personalmente para cada ocasión. Sin embargo, las que mejor cuentan mi historia son unos aretes de brillantes y esmeraldas —mi piedra de nacimiento— que admiraba en mi mamá desde que era jovencita. Siempre le decía que algún día quería heredarlos, y en un cumpleaños, ya siendo adulta, me los regaló. Desde entonces, no solo son una joya, sino también un símbolo de amor y de la conexión especial que comparto con ella.
Para mí, el lujo significa equilibrio entre sofisticación, calidad y diseño.
No se mide únicamente por su valor material, sino por la historia y la emoción que una pieza logra transmitir, haciéndote sentir única y auténtica. Elijo diseños que reflejen elegancia, versatilidad y atemporalidad; piezas que me complementen sin necesidad de excesos y que, al mismo tiempo, conecten con mi esencia más allá de las tendencias.
Para mí, las joyas son más que un accesorio: son una forma de expresar mi estilo y de acompañar cada etapa de mi vida. En el día a día prefiero piezas sencillas y versátiles, pero siempre con un toque de elegancia, que pueda llevar al trabajo o en mis viajes, porque me gusta sentirme arreglada sin perder comodidad. En momentos especiales, como celebraciones o eventos, elijo piezas más llamativas que reflejan mi personalidad y resaltan mi estilo.

Nydza Bou
El lujo, para mí, refleja excelencia, exclusividad y experiencia. Implica la búsqueda de lo singular, lo auténtico y lo que me emociona.
No se trata solo de poseer objetos costosos, sino de la sensación de sentirse especial.
Para integrar joyas en mi día a día y en momentos especiales, considero la ocasión, mi estilo y el tipo de joya. Para el uso diario, opto por piezas más discretas y cómodas que complementen mi atuendo, mientras que para eventos especiales uso joyas más llamativas que realcen mi look.
Una joya puede contar mi historia ya sea por su diseño, los materiales con los que está hecha o por el significado que tiene para mí. Las joyas son más que adornos; son portadoras de recuerdos, emociones y experiencias. Representan momentos especiales, vínculos significativos e incluso mi personalidad. Lido Jewelers, para mi esposo y para mí, es el lugar perfecto para buscar esa pieza especial y única que cuente nuestra historia.