Intencional, escultórica y atemporal.

Fotos por Paola Quevedo Santos y Javier Enrique Delgado

La cocina de Pili es un ejemplo sublime de cómo el diseño puede trascender la funcionalidad y convertirse en una experiencia de pura elegancia sensorial. Este espacio no solo es un lugar para cocinar, sino un refugio que respira tranquilidad y conexión con el entorno de familia y la naturaleza.

La propuesta de diseño parte de una composición limpia y serena, donde la estructura central está definida por una isla envolvente en mármol veteado. Para Pili esta superficie o material de ensueño es un elemento que aporta un peso visual equilibrado, sin sobrecargar el ambiente, destacando su belleza sutil que sobrepasa décadas. Como lo describe ella al pasarle suavemente sus dedos, “El mármol, con sus vetas orgánicas, actúa como un puente entre lo construido y lo natural, integrando perfectamente ambos mundos. Esta piedra logra contar historias y al pasarle la mano impacta tu recorrido por la estancia.” 

Cada rincón de la cocina fue cuidadosamente pensado para mantener una continuidad visual que fluye sin interrupciones.

La colaboración con Poliform para la creación de muebles a medida y panelados hizo posible esta fluidez, permitiendo que los materiales, la luz y las vistas fueran los verdaderos protagonistas.

Uno de los gestos más impresionantes es la integración de cerramientos de cristal que disuelven las barreras entre el interior y el exterior. La cocina se abre completamente hacia un sunken firepit y un jardín, lo que no solo permite disfrutar de las vistas, sino que también invita a sentir la naturaleza en su máxima expresión. Es aquí donde Pili demuestra su puntualidad en el diseño biofílico: la luz natural, las texturas orgánicas y la serenidad de lo que ocurre afuera se hacen presentes en cada rincón del espacio.

La cocina deja de ser simplemente un área funcional para convertirse en una extensión del entorno. Nos cuenta Pili “Esta conexión directa con la vegetación permite que la naturaleza no solo se vea, sino que se sienta. Cada rincón de esta cocina cuenta una historia de lo que valoro profundamente: el arte de vivir bien, con intención, belleza y calidez. Como interiorista, mi proceso creativo siempre comienza con una pregunta clave: ¿cómo quiero vivir este espacio? A partir de ahí, seleccioné materiales nobles y atemporales, diseñé una distribución fluida, e integré soluciones que permiten que la funcionalidad no reste elegancia. Pero más allá de lo estético, esta cocina fue pensada para acompañar momentos reales. Nos encanta recibir, cocinar y compartir, y la isla central se convierte cada día en el corazón de nuestras reuniones familiares.”

Nos cuenta Pili: “Tengo dos elementos favoritos en esta cocina. El primero es la isla, que es el corazón del espacio. Es donde todo ocurre: desde cocinar hasta recibir a la familia o compartir una charla tranquila. Combina presencia y funcionalidad, transformándose según el momento, y es el centro emocional y físico de la cocina. El segundo es una tablilla de mármol que originalmente diseñé como un detalle decorativo, pero que ha adquirido un valor especial con el tiempo. En ella guardo fotos tomadas y reveladas por mi querido padre, que reflejan su talento creativo. Son recuerdos que atesoro profundamente, y tenerlos en el corazón de la casa convierte el diseño en un homenaje silencioso a todo lo que vive en mí.”

La isla central se convierte en mucho más que un elemento de diseño: es el punto de encuentro de la familia de Pili, donde cocinan, conversan y se reconectan. Es un espacio que refleja cómo ellos quieren vivir y honrándola como la gran diseñadora que es podemos decir que es una cocina con alma, propósito y armonía.

¿Qué detalles en tu cocina reflejan mejor tu pasión por tu hogar como interiorista, la gastronomía y cómo los incorporaste al diseño de este espacio?

“Cada rincón de esta cocina cuenta una historia de lo que valoro profundamente: el arte de vivir bien, con intención, belleza y calidez. Como interiorista, mi proceso creativo siempre comienza con una pregunta clave: ¿cómo quiero vivir este espacio? A partir de ahí, seleccioné materiales nobles y atemporales, diseñé una distribución fluida, e integré soluciones que permiten que la funcionalidad no reste elegancia. Pero más allá de lo estético, esta cocina fue pensada para acompañar momentos reales. Nos encanta recibir, cocinar y compartir, y la isla central se convierte cada día en el corazón de nuestras reuniones familiares. Y para que todo eso sucediera rodeado de calma y armonía, diseñé un jardín que abrazara el espacio con vegetación exuberante. Tener la naturaleza tan presente transforma por completo la experiencia de estar aquí: aporta frescura, balance y una conexión silenciosa que alivia el alma.”

Tu cocina ha sido diseñada con gran detalle y precisión. ¿Cuál es el elemento clave que consideras esencial para cualquier cocina de lujo y funcional?

“El lujo es subjetivo. Para mí, el corazón de una cocina de lujo y funcional está en el equilibrio entre una belleza escultural y la eficiencia del día a día. En nuestra cocina, cada decisión —desde la selección del mármol hasta la distribución del espacio— fue pensada con intención, no solo para crear un impacto visual, sino para sostener la vida que ocurre dentro de ella. La isla central es mucho más que un elemento de diseño: es el punto de encuentro de nuestra familia, donde cocinamos, conversamos y nos reconectamos. Es un espacio que refleja cómo quiero vivir y diseñar: con alma, propósito y armonía.”

Sabemos que tu experiencia internacional ha influido mucho en tu estilo. ¿Cómo la cocina de tu residencia refleja tus experiencias en Europa, Nueva York y tus relaciones interpersonales con familia y visitantes?

“Tuve la fortuna de vivir en Barcelona, una experiencia que transformó mi manera de entender el diseño y la vida cotidiana. Allí aprendí a valorar la belleza en lo sencillo, la nobleza de los materiales que envejecen con dignidad y la importancia de crear espacios que invitan a disfrutarse sin prisa. De Nueva York, donde he pasado tiempo, incorporé la funcionalidad pensada al detalle y el buen uso del espacio. Pero más allá de esas influencias, lo que realmente le da sentido a esta cocina son los momentos que vivimos en ella. Es un espacio diseñado para recibir, compartir y estar juntos sin pretensiones, donde cocinar y conversar se vuelven parte del ritual diario. Cada decisión fue pensada para que el diseño acompañe la vida —esa que sucede entre familia, amigos y encuentros sinceros.”

Tres palabras que describen tu cocina:

“Intencional, porque cada decisión en esta cocina —desde la distribución hasta los materiales— fue tomada con propósito, respondiendo a cómo queremos vivir y compartir este espacio. Escultórica, porque las formas, las proporciones y el uso del mármol están pensados como una composición visual que aporta fuerza y equilibrio, sin necesidad de excesos, y que a la vez invita al tacto, a ser recorrida con las manos, conectando lo estético con lo sensorial. No solo crea un impacto visual, sino que también provoca una conexión táctil que invita a ser tocada, vivida, habitada. Y atemporal, porque el diseño busca trascender tendencias, mantenerse vigente en el tiempo y seguir siendo hermoso y funcional con los años.”

¿Cuál es tu parte favorita de tu cocina?

“Tengo dos elementos favoritos en esta cocina. El primero es la isla. Es el corazón de la cocina y el lugar donde todo sucede: desde preparar una comida sencilla hasta recibir a nuestra familia o compartir una conversación sin prisa. Me encanta cómo combina presencia y funcionalidad, y cómo se transforma según el momento —a veces es mesa, otras es taller, otras simplemente punto de encuentro. Es el centro emocional y físico del espacio.


El segundo es una tablilla de mármol que originalmente diseñé como un gesto decorativo, pero que con el tiempo se ha transformado en algo mucho más especial: el lugar donde conservo fotografías tomadas y reveladas por mi adorado padre. Son imágenes que hablan de su infinito talento creativo, que, aunque él no lo presume, todos los que lo conocemos sabemos que vive en él. En ellas están: mi hermosa madre cuando ellos eran novios y mi prima mayor. Son recuerdos que atesoro profundamente, y tenerlos ahí, a la vista, en el corazón de la casa, hace que el diseño se convierta también en un homenaje silencioso de todo lo que vive en mí.”

¿Hubo cambios sustanciales en la estructura?

"Sí, hubo una transformación estructural significativa. La cocina fue completamente reubicada: pasó de su ubicación original a ocupar lo que antes era el área del family y la terraza. Esto implicó rediseñar por completo la estructura existente, eliminando columnas y resolviendo con vigas invertidas estructurales para lograr un espacio abierto, limpio y sin obstáculos visuales. Esta intervención fue clave para poder enmarcar el nuevo espacio con cerramientos de cristal, logrando así una conexión total con el exterior y permitiendo que la naturaleza formara parte activa del diseño interior. El resultado es una cocina que no solo gana amplitud, sino también luz, fluidez y una relación directa con su entorno natural.”


Pili's kitchen is a sublime example of how design can transcend functionality and become an experience of pure sensory elegance. This space is not just a place to cook; it is a refuge that breathes tranquility and connection with family and nature.

The design proposal features a clean, serene composition, with a central structure defined by a sweeping marble island. For Pili, this dreamy surface provides a balanced visual weight without overwhelming the environment, showcasing a subtle beauty that transcends decades. As she describes while gently running her fingers over it, “The marble, with its organic veins, acts as a bridge between the built and the natural.”