Espacios con Alma por Gabriela Fontán
Instagram @gindujour
Printemps NYC reimagina lo que una tienda puede ser.
Fotos cortesía del equipo de prensa de Laura Gonzalez (Favori Paris) por Gieves Anderson
Esta primavera, abrieron las tan anticipadas puertas de Printemps* NYC, y superó absolutamente todo lo que pude haber imaginado. Había visitado Printemps en París, pero nada me preparó para lo que encontré en Nueva York. Sentí mariposas en el estómago.
Y con ellas, un susurro muy claro: ¡esto es! Esto es lo que hace cantar al corazón y dan ganas de comprar. Aquí, cada detalle cuenta una historia — experiencia, belleza y emoción, entretejidas sin esfuerzo. El mundo necesita más espacios como este. Y Printemps lo demuestra.

La persona capaz de dar vida a esa magia es la arquitecta y diseñadora Laura González. Reconocida por su estilo maximalista y su estética chic mix-and-match, Laura fusiona arquitectura clásica, florales exuberantes, influencias artesanales de distintas culturas y paletas de color intensas con una fluidez que es pura poesía.
Ha dejado su huella en proyectos como Cartier, Louboutin, Maison Pierre Frey, entre otros. Su misión es clara: crear espacios que cuentan historias; lugares donde tradición y fantasía coexisten, donde siempre hay algo inesperado.
"Nunca te vas a aburrir.” – Laura González
Uno de los espacios más especiales dentro de la tienda es el Red Room, ubicado en lo que solía ser un salón bancario cerrado al público desde 2001. Hoy, es un jardín encantado en tonos crema, carmesí y burdeos que se siente como un eterno atardecer. Este salón de calzado tiene una atmósfera de elegancia radical. Rodeando toda la sala, una joya histórica: un mural de mosaico rojo y dorado de 1931, obra de Hildreth Meière, restaurado con el respeto que merece.
El diseño no ignora su pasado — lo enmarca con arte. Del suelo emergen estructuras escultóricas en forma de tallos blancos, como flores futuristas danzantes que crecen hacia la luz, sosteniendo los más fabulosos Choo’s, entre otras marcas icónicas. Mientras, un río de mosaico serpentea el piso — creado por el mismo artesano que diseñó la entrada de Printemps París hace 50 años. Un espacio que parece sacado de un sueño.

Y, por si fuera poco, los vestidores —esos espacios que en tantas tiendas pasan desapercibidos— aquí fueron concebidos con la misma reverencia que cualquier otra sala.
Estructuras metálicas de formas onduladas conducen a rincones forrados en telas violetas y plateadas de Le Manach. No se sienten como simples probadores; parecen pequeños refugios brillantes que invitan a jugar, a mirarte con calma, a probar sin prisa. Espacios que te llaman a quedarte un rato más, como si hasta el tiempo, aquí, se hubiera vestido de seda.
Eso es lo que distingue este proyecto: la intención de celebrar cada rincón.
Desde suelos de parqué con incrustaciones de piedra, hasta muebles fabricados con materiales reciclados; desde frescos florales, hasta mármol que en realidad es plástico comprimido. Todo es profundamente estético y profundamente consciente.
Y aunque estos fueron los espacios que más me marcaron, la magia no termina ahí. Printemps NYC se despliega como un universo en sí mismo: desde un café entre mosaicos y mármol, hasta salas de belleza futuristas, una brasserie con vitrales vibrantes y una biblioteca íntima donde cada rincón invita a quedarse un poco más.
Pero no te lo contaré todo — quizás tengas la suerte de encontrarte en Nueva York, caminar por Wall Street, y dejar que sea el espacio quien te sorprenda. Porque eso también tiene alma: lo inesperado.
Más allá del diseño, hay algo más íntimo que se despierta aquí: Una sensación de juego, de deseo, de asombro. Un recordatorio de que cuando un espacio se crea con alma, nos invita a habitarlo con la nuestra.
*Printemps es una cadena de tiendas de lujo francesa fundada en 1865, que se centra en belleza, estilo de vida, moda y accesorios.