Lo primero que debes saber es que todo error cuesta dinero y que es la razón principal por la cual las remodelaciones se van por encima de la cotización general. Errores básicos en la remodelación.

 

  • Comenzar a remodelar antes de tiempo. Si es un nuevo hogar, vívelo un tiempo antes de remodelar. Eso te ayudará a darte cuenta de tus necesidades en este nuevo espacio de vivienda y las cosas que no te provee actualmente. Gastarás en soluciones que sí necesitas y no en renovaciones simplemente estéticas sin que resuelvan a su vez un problema. Tal vez la prioridad hubiese sido otra y no te diste cuenta por comenzar antes de tiempo.

 

  • Conoce los costos reales. Puedes tener la idea errónea de los costos de construir o renovar. Tienes que preguntar y calcular un 20% por encima de las cotizaciones que recibas.

 

  • Ingenuidad de que todo correrá perfecto. Por más que quieras, siempre habrá sorpresas que te complicarán tus planes. Créenos. Tuberías rotas, materiales tardíos, tardanzas, ausencias de trabajadores, lluvia, cambio de planes, cambio de gustos, nuevas recomendaciones…

 

  • Yo puedo solo. Si es algo sencillo, puedes trabajarlo tú mismo. Sin embargo, una construcción grande o remodelación, pueden requerir expertos en cada tema y fase. Normalmente un arquitecto o diseñador cobrarán de un 10% a un 20% del costo de la obra y te aconsejarán, supervisarán y ayudarán a que todo fluya mejor en el proceso.

 

  • Escoger al profesional incorrecto. Puede que te recomienden un diseñador o arquitecto reconocido, responsable y con experiencia. Pero, ¿es él para ti? Asegúrate de que la persona que contrates tenga tus gustos también. Puede ser casi perfecto para ti, pero querer establecer el su estilo personal y ser totalmente diferente al que deseas tener en tu casa. Debes pedirle referencias. Buscas a una persona conocedora, con experiencia, con recursos, buen diseñador, de buen temperamento, respetuoso, complaciente, “problem solver”, inteligente y responsable.

 

  • No preguntar. Muchas personas prefieren no preguntar para no dar la impresión de ser ignorantes. Es tu decisión. No preguntar puede costarte dinero.

 

  • Hacer muchos cambios ya comenzada la obra. Algo que sube el precio de un proyecto y que afecta la paz entre cliente y contratista y/o arquitecto, es hacer muchos cambios a mitad del proceso de construcción. Cada cambio puede tener penalidades en órdenes, doble gasto de materiales, un cambio puede afectar grandemente los costos del resto de la obra. Analiza bien tu diseño y materiales antes de comenzar y evita cambios.

 

  • Ignorar ciertos aspectos básicos. Sabemos que es más emocionante escoger losas, muebles, superficies… pero de qué te vale tener materiales hermosos si tienes filtraciones, o si ignoraste la necesidad de ventilación cruzada, o tal vez, de tener más fuentes iluminación natural. Dale importancia a todo.

 

  • No dejar presupuesto para la decoración. Pensar: “Uso los muebles existentes y luego veremos”. No hagas eso. Quieres un lugar bien diseñado. Haz un esfuerzo por que tu proyecto luzca bien cuando termines. Una decoración fuera de estilo, sucia y vieja es un insulto para tu nuevo proyecto arquitectónico.

 

  • Economizar en lo incorrecto. No economices en lo que verdaderamente mantiene el valor a tu hogar. Escoge un revestimiento de piso de alta calidad. Lo mismo con las llaves, grifos, enseres, ventanas y puertas.

 

  • Mantén a todos en el “loop” y Zapatero a su Zapato, es importante incluir a un equipo completo para cada proyecto. Si vas a renovar tu casa, debes incluir al arquitecto, ingeniero, contratista y diseñador de interiores desde el principio, cada uno se encargará de que su parte se integre y se haga correctamente, evitando costos mayores y acomodando los tiempos adecuadamente. Cada persona que trabaje en un espacio debe estar al tanto de todo lo relacionado a ese espacio. No puedes diseñar una cocina sin que el diseñador sepa las medidas y especificaciones de cada enser. No puede trabajar la iluminación sin que el contratista conozca las necesidades y localización de cada producto. Etc…

 

  • Querer abarcar mucho a la vez. Si no tienes mucho presupuesto, trabaja por fases. Es mejor hacer las cosas bien en un espacio que trabajar de mala manera y con poco dinero toda una casa.