Por Arq. / Di. Edwina González - e.go

¿Alguna vez te has sentido tan cómodo en un mueble que no has querido levantarte de él? Los muebles no son solo elementos de decoración. Para la neuroarquitectura las piezas del mobiliario son herramientas clave para crear entornos que favorezcan el bienestar físico y emocional. Cada elección de mobiliario tiene un impacto directo en cómo nuestro cuerpo interactúa y experimenta un espacio.


La ergonomía es un factor primordial en el diseño de muebles. Los asientos, mesas y superficies deben estar diseñados para adaptarse al cuerpo humano de manera natural, promoviendo la comodidad y previniendo posibles tensiones o molestias en nuestro cuerpo. Además, la disposición de los muebles debe permitir un flujo libre y cómodo, facilitando la circulación y las interacciones en un espacio.


La selección de materiales y texturas es igualmente crucial. Optar por materiales naturales y sostenibles no solo beneficia al medioambiente, sino que también crea una conexión tangible con la naturaleza. La elección de texturas agradables al tacto añade un nivel adicional de confort.


Los muebles también pueden ser utilizados para modular la experiencia sensorial de un ambiente. Por ejemplo, la disposición estratégica de estos puede influir en la percepción del tamaño y la amplitud de un área. Además, dependiendo de la selección de materiales, en su diseño, estos pueden ayudar a modular la acústica de un espacio. Es a través de la acústica que se controlan los sonidos en un espacio; utilizar la misma en los diseños logra que manipulemos el sonido para activar sectores de nuestro cerebro que promuevan la tranquilidad.


En la neuroarquitectura, el diseño de muebles va más allá de la estética y la funcionalidad. Cada pieza es una herramienta para mejorar el bienestar y la experiencia de quienes habitan el espacio. Cada decisión de diseño y su materialidad, debe estar cuidadosamente considerada para crear entornos que promuevan la salud y el bienestar en todos los niveles.


Distraer el cerebro es crucial para recuperar energías y recargarse. Calmar la mente, en un espacio donde la selección de materiales y texturas ayudan a descansar, es crucial. Algunas superficies agradables al tacto ofrecen mejoras en los niveles de confort cambiando la percepción de estos.