En un mundo acelerado, el diseño también pide una pausa.
La tendencia del Slow Design llega con fuerza para recordarnos que crear espacios va más allá de lo estético: se trata de habitar con intención, conectar con lo que nos rodea y elegir lo que realmente importa.

Contrario a lo que su nombre podría sugerir, el Slow Design no es diseñar “lento”, sino hacerlo con propósito y profundidad. Esta filosofía —que nace de los valores del movimiento Slow Food en Italia— apuesta por recuperar la calidad, la calma y la autenticidad en cada proceso creativo.
Los principios son claros
• Usar materiales locales y sostenibles.
• Diseñar piezas duraderas.
• Rescatar lo artesanal.
• Priorizar el bienestar físico, emocional y ambiental.
En la reciente gala de los ELLE Decoration Awards 2025, el Slow Design fue presentado como la gran tendencia del año. Esta filosofía redefine la manera en que proyectamos y vivimos los espacios, poniendo en el centro el bienestar y la conexión con quienes nos rodean.
Esta propuesta celebra lo esencial a través de texturas serenas, formas puras y materiales nobles. Su diseño nace desde la introspección, apostando por una belleza que perdura y que invita a respirar.
Hoy, más que una moda, el Slow Design es una declaración: la de vivir, crear y elegir con conciencia. Desde Modo de Vida, celebramos este enfoque como una forma de diseñar el presente sin comprometer el futuro.
Slow Design emphasizes intentionality in creating spaces, focusing on quality over speed. Inspired by the Slow Food movement, it encourages using local materials, crafting durable pieces, and prioritizing well-being. This philosophy promotes a deep connection with our surroundings and advocates for conscious living and creating, valuing lasting beauty and authenticity in design.