El "color drenching", que se traduce como "baño de color", consiste en utilizar un solo tono dominante o una paleta monocromática en todas las superficies de una habitación. Esto incluye paredes, techos, molduras, muebles, y a menudo incluso accesorios. La idea es sumergir el espacio en una experiencia cromática envolvente, creando una atmósfera audaz y sofisticada.
Esta tendencia se aleja de los contrastes tradicionales y, en cambio, busca la unidad visual, permitiendo que el color sea el protagonista absoluto. Ya sea un azul profundo, un verde bosque o un terracota terroso, el color drenching permite explorar la emocionalidad del color de una manera inmersiva.
Transformar una habitación con esta técnica puede parecer desafiante, pero con los pasos correctos, lograrás un resultado espectacular:
Elige el color perfecto
Selecciona un tono que resuene contigo y con el ambiente que deseas crear. Los colores profundos como el azul noche o el verde esmeralda aportan elegancia, mientras que tonos cálidos como el terracota o el amarillo mostaza generan calidez.
Aplica el color en todo
Pinta paredes, techos, y molduras con el mismo color o tonalidades cercanas. Esto crea un efecto cohesivo y envolvente. Si no deseas pintar todos los elementos, considera textiles, alfombras o cortinas en el mismo tono.
También puedes aplicar color mediante el revestimiento.
Incorpora diferentes texturas
Para evitar que el espacio se sienta plano, juega con texturas. Combina superficies mates con acabados brillantes o terciopelos con linos. La variedad textil añade profundidad sin romper la continuidad cromática.
Lo puedes aplicar también en tu cocina mediante la selección de materiales de tus gabinetes y superficies.
Equilibra con la luz
Asegúrate de tener buena iluminación para resaltar los matices del color. Las luces cálidas pueden suavizar tonos intensos, mientras que las luces frías realzan su dramatismo.
Añade Capas Sutiles
Aunque el color principal sea uniforme, puedes incorporar accesorios decorativos en tonos ligeramente contrastantes o complementarios para aportar dinamismo.
Los orígenes del "color drenching" se remontan a principios del siglo XX, surgiendo de los movimientos artísticos de vanguardia que defendieron el monocromatismo como una forma de expresión artística y ahora es una de las tendencias para 2025.
