La Neuro-arquitectura se conoce como la aplicación de la neurociencia en los campos de diseño, arquitectura, ingeniería aplicados a lo que son espacios construidos. Su objetivo es comprender mejor el impacto de la arquitectura en el cerebro y el comportamiento humano. Este tema es sumamente importante e interesante y uno que está en pleno desarrollo. 

 

La innovación y el progreso en Puerto Rico es necesaria y Modo de Vida busca cómo apoyar las ideas del desarrollo de nuestra isla compartiendo proyectos reconocidos internacionalmente que brindan capas informativas a nuestra industria local.

 

 

La Neuro-arquitectura tiene un carácter interdisciplinario creando una amplia conexión con la arquitectura y el urbanismo. Busca la relación entre los entornos construidos y sus usuarios, mejorando la comprensión de los diversos mensajes que transmite el entorno, incluidos aquellos en niveles de percepción menos conscientes. Recordemos que los arquitectos y sus colegas de la industria de diseño y construcción, no tan solo trabajan con diseño en general si no que se dedican a realizar lo funcional, a hacer más eficaz el uso de espacios, haciéndolos saludables a corto y a largo plazo.

 

"La iluminación, colores, olores, texturas y los sonidos pueden afectar el comportamiento de algunos niños de manera positiva o negativa. Es primordial tener conciencia de que los espacios y la arquitectura deben ser para todos, promoviendo y abrazando la necesidad de ser inclusivos. Nuestra meta es crear espacios que faciliten el aprendizaje, promoviendo el descanso mental, la paz y la concentración. De igual manera, los mismos proveen estímulos sensoriales y ofrecen nuevas experiencias para fomentar el desarrollo de habilidades nuevas, impulsando la creatividad, la imaginación y la independencia en nuestros niños.”

Beatriz González-Abella, MD, Neuróloga Pediátrica Diplomate of the American Board of Psychiatry and Neurology with special qualification in Child Neurology + Diplomate of the American Board of Pediatrics

 

 

Elementos como la iluminación o el color de un espacio pueden determinar sensaciones y sentimientos. La temperatura, aromas, formas, entre otros también influyen en ritmos cardíacos, rendimientos cognitivos, niveles de estrés emocional, entre otros. No faltaría mencionar la naturaleza y el uso de plantas y el diseño biofílico o ecológico que se basan en el efecto beneficioso de la naturaleza, sobre nuestra salud.

 

Sobretodo cuando estamos trabajando espacios médicos, desarrollo de niños como parques y planificación urbana para crear comunidades bien informadas y dirigidas. 

 

El Centro para el cuidado de la salud de adolescentes y niños con sobrepeso de Maastricht UMC +, donde el personal médico capacita a los niños para que vivan una vida más saludable y activa: los imaginadores de Tinker crearon un entorno estimulante.