Fotos por Carlos Esteva
Te invitamos a entrar a esta sofisticada residencia en Dorado Beach East donde la estructura y la decoración forman una unión perfecta, cada una complementándose y completándose entre sí. La delicadeza arquitectónica, evidente en los techos altísimos, forma un lienzo tratado predominantemente en una elegante paleta de color blanquecino, que abarca paredes, cortinas, techos e incluso lámparas. Bañado por abundante luz natural, cada rincón, incluidos la cocina y los baños, abraza con gracia esta blancura prístina.
Es dentro de este fondo monocromático donde la decoración interior ocupa un lugar central, con telas de colores claros, detalles metálicos dorados que adornan los muebles y elementos de vidrio que añaden un toque de modernidad.
Al ser el corazón de la residencia, la sala tomó gran importancia en el proyecto. Era un espacio bien amplio, por lo que se diseñó una distribución donde los muebles principales se ubicaran en el centro del espacio dejando pasillos amplios a su periferia. En este núcleo central se colocaron dos sofás en terciopelo gris cara a cara. A un lado se ubicaron dos butacas en acabado bronce y tapizadas en “Sherpa” y al lado opuesto de estas, dos butacas de flecos White Swan como piezas de conversación.
Todo unido por una alfombra de área off-white. Entonces, y muy de acuerdo con las tendencias que se vienen asomando para 2024, los estantes en estructura metálica dorada se colocaron frente a una pared y un ventanal enorme que quedan a buena y cómoda distancia del conglomerado de muebles dispuesto para la confraternización. El resultado es una sala llena de luz y resplandor adornada con bellas obras de arte coloridas en sus paredes.
Las diseñadoras Yadira Torres y Denise Nieva, de Torres Nieva Design, a cargo del proyecto nos cuentan que prestaron mucha atención al detalle de curar cada decisión de diseño para la residencia principal de este cliente, uno de muchos años de relación profesional.
Dentro de la lista de deseos del propietario se destacaba lo siguiente: que el espacio fuera sofisticado, elegante, acogedor y sobre todo que se prestara para reuniones familiares donde todos se sintieran a gusto.
Según las diseñadoras, el único requisito fue el poder incorporar varias piezas de arte y mobiliario existente, como las esculturas de Rafael Cabrera y butacas White Swan de Roche Bobois. Se trabajó una paleta de colores neutrales donde se incorporaron acabados en bronce y madera, el colorido lo aportaron las piezas de arte.
Para el cliente era sumamente importante incorporar plantas naturales al interior de la residencia y se optó por la creación de un jardín vertical. El reto fue encontrar el lugar adecuado para la ubicación de la misma ya que se requiere facilidad de agua, electricidad e iluminación natural para el mantenimiento de las plantas. El elemento de naturaleza en el interior hace que el ambiente se sienta más acogedor y sereno.
Al entrar a la residencia nos encontramos el foyer que consta de una consola en mármol negro hecha a la medida y en la cual descansa una escultura en bronce. Sobre la misma se ubicó un espejo de pared a pared para dar amplitud al espacio. Una pieza en cerámica de Beatriz Martí aporta color al espacio.
La colección de arte de la familia inyecta tonos vibrantes, transformando este espacio en un cuadro cautivador de elegancia y comodidad.
Es una combinación armoniosa de lo informal y profesional, donde cada elemento habla el lenguaje de la sofisticación refinada. Bienvenido a una residencia donde cada detalle contribuye a un ambiente verdaderamente distinguido y acogedor.
La mesa de comedor es una pieza de arte diseñada por Steven Holl, donde los pedestales son en planchas de madera nogal con patrones realizados con cortes en láser. Astutamente esta área se compone de dos mesas para así poder acomodar más comensales en el espacio junto a un buffet en acabado canaletto walnut el cual es una combinación de madera y espejos en tonos cobrizos. Este distintivo buffet se mereció destacar con un espejo redondo como pieza escultórica realizada con un acabado en alto brillo en acero inoxidable que combina con luminarias que se despuntan a través de los espacios.
El mural decorativo llamado Blossom integra elementos naturales entre ramas de magnolias florecidas e impreso en pajilla, que se convierte en el punto focal de la habitación. Este se complementa con la cama a medida, luminarias en bronce contrastando al igual que las mesas de noche en nogal. El baño se reviste con losa de formato grande con acabado calacatta gold para armonizar junto al mármol travertino crema que existía en el resto de la residencia. Las tinas son el púlpito de la relajación y para los propietarios este era el punto focal del baño. Para resaltarlo, las diseñadoras optaron por colocar un cuadro sobre ella que se destaca al ser iluminado por un nicho a la medida. En toda la residencia las diseñadoras recurren a la elegancia y el confort tomando decisiones puntuales, pensadas para aportar paz y confort visual.
RECURSOS
• Sofá terciopelo gris, butacas White Swan y butacas en acabado bronce y tapizadas en “Sherpa”: Mitchell Gold and Bob Williams
• Jardín vertical: PRGD (Puerto Rico Green Design)
• Alfombra hecha a la medida en sala: Viva Carpets
• Mesa de comedor: Steven Holl de Palacios
• Buffet comedor: Attiko Casa
• Espejo sobre buffet: LOFThaus
• Luminarias: Attiko Casa y Casalú
• Elementos decorativos: Ananda
• Mural decorativo máster Blossom de Phillip Jeffries: DDC Yañez Díaz
• Losa de baño formato grande con acabado calacatta gold: The Home Warehouse
• Equipos y accesorios de baño: Kohler